El cuatro representa la justicia, la disciplina, la constancia. Pensemos en un cuadrado, que tiene cuatro lados iguales. Esta forma geométrica expresa la igualdad, la diligencia, la disciplina. Según los pitagóricos, el cuatro era un número podersos, ya que era un número par divisible por dos. Además ellos decían que la esencia de la vida humana era cuadrada: pensamiento, opinión, ciencia y sentido.
El cuatro se utiliza para presentar los puntos cardinales (aire, agua, tierra y fuego). Las personas asociadas al número cuatro son responsables, perseverantes y metódicas. Son individuos a los que les gusta hablar, sin embargo a veces se preocupan en exceso y pueden ser muy bruscos.
En el Tarot, el número cuatro es “El Emperador” y se dice que es el constructor. El constructor entiende que hay un ser superior que lo apoya espiritualmente en todo momento. Según el yogi Bhajan, el cuarto cuerpo espiritual es la mente neutral y simboliza el servicio. La mente neutral sabe discernir cuales son las decisiones más acertadas.
Perfil dominante: personas de ideas muy peculiares, que les gusta lo raro e extravagante. No se interesan por querer cambiar a los otros pero sí aprecian mucho el que se respeten sus ideas. A veces, son personas contradictorias y poco prácticas, aunque originales hasta lo impensable. Como no tienen empeño en criticar a los demás, suelen ser magníficos terapeutas.
Cuatro en Alma: estas personas saben entrar en sí mismas para hacer aflorar sus propias reflexiones y procesar esta información. Su forma de discernimiento no gusta a mucha gente, pero lo cierto es que suele ser profunda y reveladora de la psiquis humana. Cuando el cuatro trabaja la persona suele ser muy decidida y se conocerá tanto a sí misma, que sabrá la respuesta precisa de inmediato. Escucha su voz interior y está totalmente seguro, es un yogi en términos del alma. Cuando el cuatro no trabaja, la persona es muy indecisa e insegura. No es capaz de tomar una decisión porque no puede llegar a ese punto de neutralidad.
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Cuatro en Personalidad: suelen ser personas muy objetivas, capaces de serenar a otras y de atender las necesidades de los demás sin hacer alarde de ello. Pero también viven en constante debate con sus pensamientos, se empecinan con las cosas y prefieren estar inmersas en sus cavilaciones antes que charlando con alguien, lo cual los hace parecer a veces como antisociales. Cuando el cuatro no trabaja, son personas que no tienen la habilidad de ser neutrales; tienen una opinión o comentario sobre cualquier cosa y les encanta discutir lo que es bueno o lo que es malo, no importa si su opinión es errada. El cuatro en el sentido positivo es un “escucha” y una fuente de bendiciones.
Cuatro en Regalo: estas personas tienen un psiquismo excepcional que les permite penetrar hacia otras esferas de percepción con gran facilidad, y usan este regalo para servir a otros sin esperar nada a cambio. Al tener una mente yógica, son personas neutrales, humildes y aman el ser serviciales.
Cuatro en Destino: estas personas han estado trabajando una o varias vidas en el desarrollo de su psiquis y ahora tienen una mente poderosa, que lo mismo puede lograr análisis muy objetivos que dar respuestas lógicas mediante la intuición. Su capacidad de servicio es muy grande.
Cuatro en Misión: requieren desarrollar menos hipersensibilidad a cambio de una visión más realista de la existencia, ello sin soslayar la ayuda desinteresada al prójimo, ya sea a través del trabajo o del servicio diario. La gente verá en ellos seres neutrales (es decir, libres de prejuicios) y los buscarán para pedir consejos. Su misión es, entonces, lograr la maestría en humildad y servicio.
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Si al reducir todos tus número de nacimiento a una cifra obtienes el cuatro:
La incertidumbre les hace enloquecer, no soportan las ambigüedades ni las medias tintas, son un número con vibración bastante extrema. Si aman, lo hacen intensamente, pero si dejan de amar,… punto y final, no queda nada sobre lo que construir.
Les gusta el trabajo, el orden en su hogar y en todas sus parcelas de la vida.
A lo largo de su vida irán aprendiendo que nada hay más incontrolable que la misma vida, e irán aprendiendo a disfrutarla, trabajando menos para el jefe, para la casa o la familia y más para ellos mismos.
Les gustan el compromiso a largo plazo, de estructuras firmes y sólidas, y cuando encuentran una pareja, una casa o unos amigos, lo desean para toda la vida.
Querer controlarlo todo puede convertirles en manipuladores de los demás, aunque no tengan esa intención, así como su afán de ayudar a los demás y de poner orden en la vida ajena les lleva a meterse demasiado en asuntos ajenos… Les perdonamos, porque nunca lo hacen con mala intención. Simplemente se sienten necesarios aunque no les pidan ayuda, y por eso se meten en todas partes, casas y vidas…
Es una vibración fría, al menos en aspecto… cuando conocemos a un cuatro transmiten dureza, rigidez y frialdad, pues no se les da muy bien expresar cariños ni afectos… pero cuando se les llega a conocer, como número par que son, descubrimos bondad, deseo de ayuda y de hacer felices a los demás.
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En la vida tendrán que aprender a disfrutar del factor sorpresa, disfrutar con los cambios aunque sean imprevistos, trabajar menos para los demás y más para ellos mismos. Aprender a dar y recibir amor. Crear estructuras firmes para el futuro.
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