No hay nada en el mundo que no éste compuesto por energía y pensamiento, es la fuente de toda vida y está en cada átomo y funciona como un campo de inteligencia. De acuerdo a las ondas energéticas que transmitan nuestros pensamientos, creamos el bien y el mal, todo procede de la misma fuente de energía fundamental.
Todo es energía. El pensamiento es energía. Trabaja por ondas.las llamó cuantos y luego esto dio lugar al desarrollo de la física cuántica. Todo pasa primero por nuestro pensamiento antes de
ser creado. Por lo tanto donde ponemos nuestro pensamiento, nuestra intención, es donde estamos creando.
El primer instinto de la Realidad Suprema, para la creación de todo lo que existe en el Universo, fue precisamente crear un pensamiento y desde esta base crear los planos donde se basó toda la
existencia.
Cuando entendemos que el poder de nuestra mente es infinito, que todo lo creado es a través del pensamiento comenzamos a hacernos responsables de nuestra existencia, a darnos cuenta de que
somos los que pensamos. Dirigimos y actuamos nuestras vidas de acuerdo a nuestra baja o alta energía (que no son más que nuestros pensamientos creadores). Así somos lo que pensamos y así nos
vamos haciendo, creando.
Por esta razón podemos cambiar nuestra personalidad, nuestras circunstancias e incluso nuestro entorno. Acontecimientos que aparentemente no dependen de nosotros, son modificables con la única
ayuda de nuestros pensamientos. Toda energía transforma su entorno correspondiente.
Si concentramos la fuerza de nuestros pensamientos en un objetivo determinado, antes o después lo alcanzaremos. De la nada no sale nada; esa es la ley de la naturaleza. El que nada hace, no
puede esperar algo a cambio. Cada acción, por pequeña que sea, da lugar a una reacción correspondiente.
En el universo la energía no se pierde, sólo se transforma. La nada no existe, donde se creía que no existía nada, existe lo que se llama campos de torsión, a los que ya he aludido anteriormente. Son campos de información y que proceden del Todo Absoluto-Nada Absoluto, principio y fin de toda la existencia: la realidad suprema.
Cada pensamiento, al transformarlo en acción va a producir una cadena de acontecimientos que nos afectará tanto a nosotros como a nuestro entorno.
No es la vida la que pone en nuestro camino problemas y dificultades, sino nuestra ignorancia, el modo inconsciente en el que vivimos. Nosotros creamos nuestra realidad.
Debemos entender que todo lo necesario para triunfar en la vida lo llevamos en nosotros. La ciencia ha demostrado, sin lugar a dudas, que el ser humano utiliza sólo una pequeña parte de su
infinita capacidad innata, aproximadamente un 10% de sus capacidades y posibilidades totales.
Son realmente impresionantes las altas metas que un pensamiento entrenado y una conducta coherente pueden alcanzar con el control mental y la meditación con visualización creativa.
“La fe mueve montañas” no es un dicho sin sentido, es una realidad que todos podemos alcanzar.