La carta de la paz y el esplendor. Siempre que la inocencia aparece en una lectura de tarot Osho transmite una sensación de paz. La imagen de ese anciano muestra una visión del mundo con los ojos de un niño como si estuviese totalmente en paz consigo mismo y fuese capaz de ver todo el esplendor del mundo que se nos escapa a diario.

En esta carta de tarot el anciano parece jugar con la mantis en sus dedos como si fuesen grandes amigos, de la manera en la que solo un niño puede jugar con un insecto. Las flores rosas que llueven a su alrededor son una manifestación de la alegría sencilla y pura que destila ese momento, el niño que llevamos dentro sale para enseñarnos la belleza de las cosas más cotidianas de una manera relajada y dulce. Son un reflejo y una respuesta a la actitud del anciano con la mantis.

Interpretación de la inocencia

La inocencia fruto de una experiencia intensa de la vida es muy similar a la de un niño pero carece del aspecto infantil. No es una inocencia fruto de la ignorancia, sino de la consciencia de que siempre quedará casi todo por conocer, el famoso “sólo sé que no sé nada”.

La inocencia fruto de una vida vivida intensamente tiene una cualidad intrínseca de sabiduría y aceptación de las maravillas de la vida, es un retorno a lo que siempre hemos sido, un camino ya recorrido que nos termina llevando al origen más profundo de nuestro ser.

La sabiduría zen nos muestra que si somos capaces de abandonar todo conocimiento, de nosotros mismos o del mundo que nos rodea conseguiremos una cualidad completamente diferente en nuestro ser, la inocencia.

La inocencia exige una entrega total, un desprendimiento absoluto de todo lo que hemos acumulado para disolverse como la persona que somos pero a cambio nos entrega una resurrección en un niño, una persona limpia sin velos en los ojos que le impidan ver cualquier cosa.

Inocencia:
El Zen dice que si tiras a un lado el conocimiento – y junto con el conocimiento todo está incluido; tu nombre, tu identidad, todo, porque esto te ha sido dado por otros – si tú tiras todo lo que te ha sido dado por otros, tendrás una cualidad de tu ser totalmente diferente: la inocencia. Esto será un sacrificio de la persona, la personalidad, el ego y tendrá lugar un resurgir de tu inocencia. Te convertirás en un niño de nuevo, regenerado.

Comentario: El hombre viejo en esta carta irradia un deleite inocente al mundo. Hay un sentido de gracia rodeándolo, como si estuviera en casa consigo mismo y con lo que la vida ha traído. Parece tener una comunicación juguetona con la esquila en su dedo, como si ambos fueran los mejores amigos. Las flores rosas cayendo a su alrededor representan un tiempo de dejar ir, relajación y dulzura. Son una respuesta a su presencia, un reflejo de sus propias cualidades.

La inocencia que viene con una profunda experiencia de vida es cándida, pero no infantil. La inocencia de los niños es hermosa, pero ignorante. Será reemplazada por desconfianza y duda cuando el niño crece y aprende que el mundo puede ser un lugar peligroso y amenazador. Pero la inocencia de una vida vivida de manera completa tiene una cualidad de sabiduría y de aceptación de la siempre-cambiante sorpresa de la existencia.

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Isabel Silva.   938184157