ENCUENTROS, REENCUENTROS Y DESENCUENTROS
La vida está llena de encuentros, de hecho ese es el sentido de la vida, encontrar, encontrar una a una las piezas de nuestro propio rompecabezas, las que nos van haciendo avanzar en la construcción de nuestra historia personal.
Y así desde el minuto uno nos vamos encontrando con potenciales maestros, compañeros de viaje con los que ya pactamos venir a este mundo y ayudarnos en la evolución de nuestra alma…
Y no importa que no creas en esos “cuentitos” del alma y sus planes, porque como dice una de las leyes universales:
” Como es arriba es abajo”, y también tú querrás saber como enfrentarte a esas relaciones “difíciles” que parecen estancarse en patrones de acercamiento y alejamiento, para tí, también sirve este artículo…
LA FAMILIA, NUESTROS MAESTROS PRIMARIOS
Si hablamos de encuentros, el mayor encuentro de nuestra vida se produce en el momento de nacer, allí nos esperan al menos un par de brazos, que nos reciben, que nos indican que ya hemos llegado, que en su seno encontraremos las primeras lecciones…
Nuestros padres ( incluso los ausentes, los que no permanecen con nosotros) son quienes marcarán para esta vida nuestros paradigmas de amor, de autoestima, de relaciones…
Si tenemos hermanos con ellos aprenderemos a competir por lo esencial, por los recursos, por el amor de nuestros padres, por nuestro espacio personal…
¿ Quién no ha tenido grandes desencuentros en su familia? ¿ Quién no ha pasado por reconciliaciones? ¿ Quién no ha vivido de nuevo los mismos enfrentamientos?
Conforme vamos creciendo y nos vamos separando físicamente de nuestros padres y hermanos conseguimos equilibrar un poco las relaciones. Lo que ocurre es que en la mayoría de las ocasiones hacemos trampas…
No es que solucionemos los conflictos, es que aprendemos cuales son las “zonas calientes” esas en las que si entramos la chispa volverá a estallar, y o bien adquirimos la maestría para no entrar o bien aprendemos técnicas para no saltar y nos convencemos de que el Otro ( y siempre el otro, nunca yo) es así y no va a cambiar…
Pues lo dicho, te estás haciendo trampas a ti mismo y ya conocéis el dicho popular: la trampa siempre campa
Esos conflictos en los que siempre caemos son las cosas que hemos venido a sanar en esta vida, sin más. No a aprender a esquivarlos, no a vendarnos los ojos ante ellos, a SANARLOS, a transmutarlos… y es por ello que seguirán repitiéndose siempre en cuanto cometas el mínimo descuido.
Hasta que no les miremos de frente, CON AMOR, con el amor de quién sabe que está recibiendo una lección trascendente para su propia evolución e integremos en nosotros mismos la información que contienen, no los vamos a sanar… y se van a repetir…. en otras figuras importantes de nuestra vida.
Prometí dar una explicación complementaria, así que voy con la explicación psicológica del asunto…
Las relaciones de conflicto que se producen en el seno de nuestra familia vienen siempre motivadas por determinadas actitudes que nos provocan, como un disparadero, una serie de emociones negativas.
Bien, esos son tus puntos débiles, esos son psicológicamente tus debilidades y la debilidad es sólo la otra cara de la fortaleza.
Cuando en lugar de pensar ” mi padre es así y o lo asumo o nunca me voy a relacionar bien con él” pones la atención y la consciencia en el estímulo que te molesta tanto y en cómo transmutarlo en fortaleza, seguirás portando esa debilidad en tu vida.
Así cada vez que te encuentres con alguien que pulse “ese interruptor” automáticamente emitirás esa Respuesta de conflicto.
Como es Arriba es Abajo.
LOS MAESTROS SOCIALES
Continuamos nuestra evolución personal, salimos del nido donde aprendimos, o no, las lecciones básicas de supervivencia.
Es ahora en nuestras relaciones sociales donde vamos a encontrar a nuestros nuevos maestros, tienen forma de compañeros de trabajo, de desconocidos, de amigos… todos portan un espejo donde al mirarnos aparecen nuestras mejores virtudes, nuestros mayores defectos, nuestros miedos y debilidades…
Aquí nos esperan las lecciones de afiliación y reconocimiento. Aprendemos sobre nuestra sexualidad ( que es ni más ni menos la forma en la que nos relacionamos con nuestra propia esencia y con nuestro propio cuerpo) sobre la amistad, sobre la convivencia, sobre la maternidad…
Y una vez más se producen los ciclos de encuentros y desencuentros, y una vez más deberemos estar atentos de las cosas que vienen a nosotros, de los espejos que vuelven en las mismas manos o en otras diferentes a mostrarnos que partes de nosotros nos toca SANAR.
NUESTRA ALMA GEMELA, EL MAYOR DE LOS MAESTROS
El gran psicólogo Maslow diseñó la pirámide de necesidades que el ser humano tendrá a lo largo de su vida. La base la ocupan las necesidades fisiológicas y de seguridad, a continuación las de afiliación y reconocimiento, y el vértice de la pirámide lo ocupa la AUTORREALIZACIÓN.
Es en este punto donde somos seres completos, la búsqueda ya no está en el otro sino en uno mismo, entonces el espejo que nos muestre cómo andamos respecto de ese último grado de evolución… sólo puedes mostrártelo tú mismo. ¿ Y quién eres tú sin ser tú?
Tu alma gemela… La única persona en la Tierra que viene con tu misma vibración porque sois la misma vibración con distinta polaridad.
Será quién te muestre las partes más profundas de ti mismo que falten por sanar. Aparecerá en tu vida tantas veces como sea necesario hasta que sanes lo que tengas que sanar… traerá todas las lecciones que debas aprender, las más importantes…
Por eso los encuentros con el alma gemela son maravillosos, por eso los desencuentros causan el dolor más profundo que se pueda imaginar y por eso una y otra vez ocurrirá el Reencuentro para ver si esta vez si, ambos estáis listos.
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Isabel Silva 938184157
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