Nuestra aura actúa como una pantalla protectora para bloquear y repeler las energías negativas, los pensamientos y sentimientos de los demás y también para evitar la posible fuga de nuestra propia energía. Además los “desgarros” o los “agujeros” en nuestra aura se pueden formar desde dentro del aura, debilitándola lentamente por lo que sin darnos cuenta seremos susceptibles de ser invadidos por energías externas. Estos “agujeros” tienen su origen en muchas causas, como el estrés, traumas, depresión, abuso y lesiones físicas o enfermedades, por nombrar sólo algunas.
Las energías negativas de las personas vienen a través de muchas formas como el estrés por ejemplo, que puede ser contagioso y se transmite de una persona a otra. La irritabilidad y la ira son también energías negativas que fácilmente pueden pasar de una a otra persona y son energías negativas altamente contagiosas. También existen los llamados vampiros psíquicos.
Cuando nuestra aura no es fuerte podemos sentir como estas personas nos van extrayendo toda nuestra energía haciendo que nos sintamos agotados.
Una maravillosa piedra para protegernos contra el vampirismo psíquico es la Labradorita que evita cualquier pérdida energética.
Dos buenas piedras para protegernos contra los ataques psíquicos son la Turmalina Negra que protege de las energías negativas y el cuarzo rosa, que transforma los sentimientos negativos en positivos y para la curación de las emociones es la más adecuada.
Casi todas las piedras oscuras o negras nos ayudan a protegernos de las influencias y los efectos de las energías negativas. Algunas de éstas son el cuarzo ahumado, hematita, ónix negro y obsidiana negra.Las siguientes piedras se pueden utilizar para mantener nuestra salud áurica y nuestra protección en general:Ámbar: alinea los cuerpos sutiles con el cuerpo físico, de esta forma nos libera de cargas negativas tanto las nuestras como de las ajenas.
Amatista: cura “agujeros” en el aura, la limpia, canaliza la energía divina para proteger el aura.
Lágrimas de Apache: protege el aura y le impide absorber las energías negativas de cualquier fuente, pero sobre todo la negatividad de otras personas.
Jaspe de sangre: limpia el aura.Cornalina: repara el aura.Citrino: limpia y alinea el aura.
Magnetita: fortalece el aura.Cuarzo: limpia, protege y fortalece el aura.
Cuarzo ahumado: armoniza la energía y elimina la energía negativa del aura.
Turmalina verde: cura aquellas partes del aura que han sido dañadas por diversas energías emocionales.
Como reparar y cuidar nuestra aura
Una forma de sanar el aura es pasando lentamente la piedra o cristal elegido por el aura (el espacio alrededor de todo el cuerpo). Puedes llegar a sentir frío y vacío o bien calor, en cada persona la piedra puede sentirse de una forma diferente, a veces es como si se fuera enfriando o vibrando ligeramente, otras veces se percibe un calor y un leve cosquilleo. Si eres sensitivo y has localizado un “agujero o un desgarro” en tu aura entonces, mantén la piedra sobre la zona durante varios minutos.
Quizás sientas la necesidad de mover la piedra alrededor de la zona en círculos hacia la derecha o bien con un movimiento ascendente y descendente. De esta forma la rotura se “sellará”, es decir quedará reparada. Después no olvides limpiar la piedra en cuestión.
La forma más fácil de usar las piedras para la protección es llevar la piedra elegida siempre con nosotros, de esta forma nos aportará la protección de forma constante.
Piedras de protección comúnmente utilizadas como amuletos:
Ágata: protege contra el peligro, los problemas personales y los espíritus malignos. Protege durante los viajes.
Ojo de Ágata: ahuyenta el mal de ojo.
Ámbar: protege el aura y funciona como un protector en general.
Amatista: protege contra las energías negativas, la magia negra, ataques psíquicos y el desgaste de curación. Protege durante los viajes. Protege a los soldados de cualquier daño. Protege de los intentos de otros para robar el poder de uno.
Angelita: aumenta la protección angelical.
Lágrimas de Apache: protege el aura y protege del estrés ambiental.
Aquamarina: contrarresta la atracción de los espíritus oscuros y atrae a los seres de luz.
Piedra de Sangre: protege contra el engaño, los espíritus dañinos, heridas y picaduras de insectos. Ofrece protección psíquica.
Cornalina: protege de las energías negativas y bajos astrales. Se dice que bloquea de los intentos telepáticos hacia su portador.
Citrino: te hace menos susceptible a las influencias negativas. Además ayuda a la inspiración y la creatividad.
Diamante: se dice que protege contra las plagas y la pestilencia, las pesadillas de entidades negativas del mal de ojo y de la magia negra.
Esmeralda: protege la salud y da suerte en los juegos de azar. Potencia la economía.
Epidota: protege contra circunstancias conflictivas.
Fluorita: funciona como un escudo psíquico, potencia las capacidades psíquicas del portador mientras permite la conexión con los reinos espirituales. Además protege de los campos electromagnéticos.
Jade: protege a los niños contra las enfermedades infantiles. Su energía aporta longevidad a su portador.
Jaspe: protección en general, así mismo protege contra espíritus negativos. Se dice que protege contra la picadura de animales venenosos.
Labradorita: protege el aura de energías negativas y contra los ataques psíquicos, el vampirismo psíquico y de las posesiones espirituales.
Malaquita: protege contra la negatividad de los demás y de los ataques psíquicos. Protege contra la radiación y envenenamiento.
Marcasita: protege de energías negativas y de entidades de oscuridad.
Piedra Lunar: protege contra los peligros de los viajes.
Obsidiana: bloquea las influencias negativas. Protege contra el estrés ambiental.
Ónix Negro: protege de los espíritus dañinos y el estrés ambiental. Bloquea influencias negativas.
Ópalo: protege al portador de aquellos que quieren hacerle daño.
Peridoto: una potente protección contra las fuerzas negativas. Actúa como un potente escudo de protección contra las fuerzas negativas.
Cuarzo: Es un potente protector y sanador a todos los niveles. Pudiéndose complementar con otros cristales o piedras.
Cuarzo Ahumado: protege contra influencias negativas.
Cuarzo con Turmalina: protege la vida en esta encarnación.
Rubí: protege contra los ataques psíquicos y las desgracias.
Sugilita: protege al alma de los golpes y las desilusiones.
Ojo de Tigre: protege contra intrusiones espirituales negativas y además protege a los viajeros de los accidentes de automóvil.
Topacio Azul: protege de cualquier daño.
Turmalina Negra: protege contra las influencias nocivas físicas y psíquicas, tales como ataques psíquicos, el vampirismo psíquico, posesión de espíritus y las posibles intrusiones dañinas de espíritus oscuros. Protege el aura de los hechizos y del mal de ojo.
Turquesa: protege de posesiones y ataques de bajos astrales en los sueños.
Nunca se deben olvidar las afirmaciones positivas. Repite esta afirmación todos los días para crear un aura fuerte y limpia visualizando como una columna de luz blanca y resplandeciente desciende del cosmos hacia tu séptimo chacra (encima de tu cabeza):
“Mi aura es muy potente y me protege en todo momento”
LOS SIETE CHAKRAS CON SUS 7 CAPAS, Y SUS COLORES SON LOS SIGUIENTES:
– El cuerpo físico en general está representado por el chakra raíz situado en el perineo y es de color rojo
– El cuerpo emocional está conectada con el chakra del aparato reproductor y es de color naranja
– El cuerpo mental está asociado al chakra del plexo solar y es de color amarillo
– El cuerpo anímico está relacionado con el chakra del corazón y es de color verde
– El cuerpo etérico, también conocido como aura pránica, intermediario entre los mundos físico y espiritual está asociado al chakra de la garganta y al color azul.
– El cuerpo astral vinculado con el chakra de la frente y es de color violeta
– El cuerpo causal, en el que se depositaría la semilla que reencarna vida tras vida, es el chakra de la coronilla y es de color blanco o violeta.
Todas estas capas del aura influyen unas sobre otras y son percibidas por los videntes como una colorida atmósfera luminosa.
El predominio del color azul, por ejemplo, puede indicar gran espiritualidad, mientras que el amarillo señala pensamientos elevados, el color violeta necesidad de transmutar el karma, blanco purificación y limpieza, rojo fuerza energía, naranja optimismo y serenidad.
Cuando tenemos un trauma o una dificultad, nuestro campo energético bloquea de inmediato determinados colores y ello provoca la enfermedad.
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Isabel Silva 938184157
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